La idea era clara por parte del cliente: un dormitorio de bebé sin mucho color y a poder ser con base blanca.
Así bien, desarrollé este proyecto de diseño de dormitorio para bebé basándome en el estilo minimalista. El blanco color por excelencia inundó paredes, techos y mobiliario. Pero no podíamos olvidar que se trataba de diseñar un dormitorio infantil, por lo que un poco de color en pequeños detalles de mobiliario y decoración rellenaron la estancia.
Me basé en la naturaleza, en los pájaros, los búhos, las plantas… y con unos cartones, unos vinilos y un poco de buen gusto realicé una composición perfecta. El mobiliario es de Ikea, de la serie Stuva.

