
«Las personas exitosas desarrollan diariamente hábitos positivos que les ayudan a crecer y a aprender.» – John C. Maxwell
En Crecer y Aprender está la base de este proyecto. Se ha diseñado un dormitorio infantil donde poder desarrollar hábitos positivos de manera que esto nos permita crecer y aprender cada día, viviendo en este espacio experiencias únicas.
La pureza del blanco de las paredes y de la mayor parte del mobiliario, se corrompe con pequeños detalles en turquesa y amarillo. El prefecto contraste que crean estos dos colores opuestos nos permite soñar estando despiertos, y la calidez de la madera de roble claro nos aporta ese toque de calidez y neutralidad al proyecto.
Un dormitorio infantil tiene que ser acogedor, tranquilo, limpio… pero también creativo, atrevido y único. Seguro que los paneles con forma de casas de la pared nos transportan a paisajes de libro; quién sabe… 3 casitas, Los 3 cerditos… Y para rematar la habitación, una silla de escritorio con tapizado en telas tipo collage, ideal para ponernos a dibujar y perdernos en el horizonte de las maravillosas vistas del ventanal.



